DOLOR Y POSTURA
La relación entre dolor y postura es un aspecto fundamental en la fisioterapia, ya que aunque no tiene porqué ser el factor principal del dolor, una mala postura puede generar o agravar el dolor, mientras que la corrección postural puede aliviarlo o prevenirlo. Esta relación se puede entender desde varios puntos de vista fisioterapéuticos.
1. Alteración de la alineación corporal:
La postura se refiere a la forma en que el cuerpo se alinea en el espacio, tanto en posición estática (como estar de pie o sentado) como en movimiento. Cuando la postura es incorrecta, es decir, cuando las estructuras corporales (como huesos, músculos y ligamentos) no están alineadas adecuadamente, se pueden generar tensiones adicionales en los músculos y articulaciones. Estas tensiones pueden causar dolor o incomodidad debido a la sobrecarga que soportan ciertas áreas del cuerpo.
Por ejemplo:
• Postura encorvada (hipercifosis): En una postura con los hombros encorvados hacia adelante, los músculos del cuello y la parte superior de la espalda (como los trapecios y los romboides) pueden experimentar una sobrecarga, lo que lleva a dolor muscular o rigidez.
• Postura en "curva lumbar exagerada" (hiperlordosis): Una curvatura excesiva en la zona lumbar puede generar tensión en los músculos de la espalda baja, predisponiendo a lesiones como dolor lumbar crónico.




2. Cadenas musculares y patrones de movimiento:
El cuerpo funciona como un sistema de cadenas musculares interconectadas. Las alteraciones posturales pueden desencadenar una serie de compensaciones en las que diferentes músculos o grupos musculares asumen más carga de la que deberían. Estas compensaciones pueden llevar a desequilibrios musculares y, con el tiempo, generar dolor en diversas áreas del cuerpo.
Por ejemplo:
• En una postura de sentado prolongado, donde el tronco se desplaza hacia adelante y las caderas se flexionan excesivamente, los músculos de la parte baja de la espalda y los flexores de la cadera pueden tensarse, lo que genera dolor lumbar o en la zona posterior de los muslos (isquiotibiales).

3. Disfunción articular:
Una mala postura también puede afectar las articulaciones, ya que una alineación incorrecta aumenta la presión sobre ellas, afectando su funcionamiento. Esto puede generar dolor en las articulaciones debido a la compresión o el desgaste anómalo de los cartílagos.
• Por ejemplo, en una postura de rodillas en valgo (rodillas hacia adentro), que suele ser común en algunas personas con sobrepeso o que realizan movimientos
incorrectos, las articulaciones de la rodilla pueden estar sometidas a una presión desigual, lo que puede causar dolor o incluso desarrollar artrosis con el tiempo.
4. Tensión y sobrecarga muscular:
La mala postura puede provocar que ciertos músculos trabajen de manera constante para mantener la estabilidad del cuerpo, lo que aumenta su tensión. Esta sobrecarga muscular puede llevar a la aparición de puntos gatillo, que son áreas de alta sensibilidad en los músculos que pueden irradiar dolor hacia otras partes del cuerpo.
• Ejemplo: Mantener una mala postura al estar sentado frente a un ordenador durante horas puede generar sobrecarga en los músculos cervicales, lo que puede resultar en dolor de cuello o cefaleas tensionales.

Desde un enfoque fisioterapéutico, se trabaja tanto en la corrección postural como en el fortalecimiento muscular para prevenir o tratar el dolor. Algunas de las estrategias incluyen:
• Ejercicios de corrección postural: Estos ejercicios ayudan a restaurar la alineación corporal correcta, reduciendo la sobrecarga en las estructuras corporales.
• Terapia manual: A través de técnicas de movilización y manipulación, el fisioterapeuta puede ayudar a reducir la rigidez y aliviar el dolor muscular y articular.
• Entrenamiento de la conciencia corporal:
Ayudar al paciente a identificar sus hábitos posturales y cómo afectan a su cuerpo es clave para la prevención del dolor a largo plazo.
Conclusión
El dolor y la postura están estrechamente relacionados: una postura inadecuada puede generar tensiones y disfunciones musculares y articulares que resultan en dolor. La fisioterapia juega un papel esencial en la corrección postural, el fortalecimiento muscular y la educación sobre cómo mantener una alineación adecuada para prevenir y tratar el dolor.





